~Narra Alisson~
Subí a mi cuarto y acabé de colocar las cosas que me quedaban. Estaba muy enfadada, odiaba que alguien invadiera mi espacio, mi único lugar donde poder evadirme del resto del mundo y ahora todo se había ido a la mierda.
- ¿Puedo pasar?- Preguntó aunque ya estaba dentro. Estaba de espaldas guardando mis leggins en uno de los cajones del armario.
- Ya lo has echo.- le contesté bastante borde y volví a girarme.
- No sabía que eras tan borde...- dejó sobre el suelo una caja de cartón.
- Ni tú tan impertinente- grité a la vez que me ponia de pie y cruzaba los brazos. Esto pareció hacerle gracia.- Gilipollas- susurré, pero debio escucharlo por que la sonrisa que tenía desaparecio por completo.
¿Tal vez me había pasado? Él no tiene la culpa de nada...
-Oye Harry...-carráspee, se giró y me miró.- Lo siento, no quería ser borde, tu no tienes culpa de que nos hayan metido juntos en el mismo cuarto.... Además hoy no es un buen día y lo he pagado contigo.- me mordí el labio por que intuia que alguna lágrima se me escaparía. Me sonrió y no dijo nada más, desde luego era una de las sonrisas mas bonitas que había visto.
~Narra Harry~
Aquella noche no pude dormir nada y si lo hacía tenía pesadillas, algo dentro de mi me avisaba de que a Alisson le pasaba algo, no podía olvidar esa mirada de dolor.
Me levanté y comprobé que su cama estaba vacía, tal vez ella tampoco podía dormir.
Bajé a la cocina y allí la encontré, sirviendose una taza de chocolate caliente.
- Mmm, que bien huele- le dije con voz ronca. No me contestó, agachó la cabeza y se fué hacía el salón en silencio.
Me serví un poco de chocolate caliente, cojí el bote de nata y fuí hacia el salón. Estaba sentada a lo indio sobre el sofá, me senté a su lado y giró la cabeza hacía el otro lado agachandola mas aún.
Tenía el vaso entre las manos, lo cojí y lo dejé encima de la mesa.
- Así está mas rico. -se giró y observo en silencio, busqué sus ojos y comprobe que los tenia rojos e inchados, había estado llorando.
-¿Qu...que ha pasado?- apenas me salia la voz, su mirada me habia dejado un poco asustado.
-Hoy hace cuatro años de la muerte de mi padre- lo dijo deprisa, como si no quisiera, o mas bien, no pudiera decirlo mas lento. Se secó la nariz con las mangas de la camiseta y sonrió amargamente. - Lo he superado, pero hay heridas que no llegaran a sanar del todo, y aunque quiera o no siempre hay algo que me recuerda a él.- suspiró.
- ¿estabaís muy unidos?-
- Sí- dijo en un susurro y vi como una lagrima bajaba por su megilla. Le abracé y hundió su cabeza en mi pecho, podía oír perfectamente como sollozaba.
Le abracé mas fuerte y comencé ha hacerle caricias en el pelo. Me miró y se acercó ami, tenia sus labios a centímetros, no podía hacerme esto, no soy de piedra y no podría resistirme mucho más. Se acercó más y juntó sus labios con los mios, los tenía mojados y sabían a sal. La besé suavemente como si tuviera miedo de que se rompiera en mil pedazos. Un ruido procedente del piso superior nos sacó del trance.
- Yo... lo siento Harry, no... no pretendía...- bajó la mirada avergonzada.
- Tranquila, no pasa nada, es normal que no puedas resistirte, todas acaban cayendo en mis redes.- le sonreí y puso los ojos en blanco. Reímos juntos y esa fue una de las mejores sensaciones que habia experimentado; hacerle reir cuando estaba llorando.
- ¿Eres un poco creído y mujeriego, no?- rió y sorbío por la nariz.
- Un poco.- reí y ella volvió a reir conmigo, me tranquilizaba, e incitaba a sonreir, el sonido de su risa.
- Pues no estes tan seguro, a ver si vas a ser tú quien caiga en mis redes.- me guiñó un ojo y sonrió picara. Se levantó del sofá y se dirigió hacía las escaleras que llevaban al piso superior. La camiseta que llevaba como pijama apenas le tapaba el culo y al subir el primer escalon se le subió un poco, se giró y se tiró de la camiseta hacia abajo sonriente. Me mordí el labio como respuesta y sonrió mas aún.
Subí al cuarto detrás de ella y nos dimos las buenas noches, tardó poco en dormirse pero amí me costó un poco mas.
Tal vez había iniciado la guerra entre ella y yo, una guerra en la que no me importaba participar, pues las batallas no estarían nada mal.
martes, 22 de octubre de 2013
domingo, 20 de octubre de 2013
Nuestro. Capitulo 1.
- Hola preciosa, ¿preparada para tu nueva experiencia?- dijo la psicologa al oir cómo la puerta se abría y Alisson entraba.
- Hola, bueno, tal vez no lo suficiente.- contestó mientras se tumbaba en el sillon y entrelazaba sus piernas.
- No estés nerviosa, lo llevaras bien.- le sonrió, en realidad no sabía a ciencia cierta si Alisson llevaría bien todo aquello, llevaba tratandola desde la muerte de su padre y a ella aún le cuesta hacer amigos y acostumbrarse a que otro hombre viva en su casa.
- Eso espero, aquí no tengo amigos y me es mas facil cambiar de vida, aunque tendré que acostumbrarme a cosas nuevas. Lo que necesitaba era algo así, empezar de cero y olvidar a todas esas personas que me hicieron daño- recorrio con la mirada la habitación, tenía ganas de llorar pero las reprimio. Desde la muerte de su padre comenzó a sufrir acoso y se alejó de todo el mundo, era la rarita, el bicho raro y todo el mundo la depreciaba y marginaba. Todo eso le provocó demasiadas inseguridades.- te voy a echar de menos, Natalia. Para mi has sido cómo una amiga, me has ayudado a salir del hoyo en el que me metí, a madurar...-suspiró. Natalia sonrió y se levanto a abrazarla. Echaría de menos a esa pequeña pecosa.
~Narra Alisson~
Había llegado el día, hoy sería la ultima vez que estaría en esa casa. Me marchaba a Dover, a mi ciudad natal, con mi madre, mi hermano pequeño y el novio de mi madre.
La luz entraba por la ventana cuando entre abrí los ojos, se oian gritos por todas partes e intuí que pronto deberiamos salir hacia el aeropuerto.
- Aliiiiii despierta, que nos vamos a Londres, bieeeen- Pedro entró en mi cuarto y se abalanzó sobre mí, me encantaba despertar así.
- buenos días, enano.- le dije mientras me sentaba en la cama y me frotaba los ojos. Salió del cuarto y yo aprobeché para darme una ducha y vestirme. Cuando estube preparada bajé y en la puerta había un taxi, mamá y Pedro me esperaban dentro, miré hacia la casa por última vez y suspiré.
-Nueva ciudad, nueva vida.- susurré.
~~
Llegamos pronto a Dover y subí a ordenar mi cuarto, ya había muchas de mis cosas allí colocadas así que la tarea no me resulto muy pesada, a pesar de que no soy gran fan de ordenar el cuarto. Mi cama estaba en la pared de la derecha y justo enfrente, en la pared izquierda, estaba la otra cama, enfrente de la puerta había un gran balcon que daba al patio trasero y a ambos lados había un armario, pero había algo que no encajaba, ¿por qué había dos camas y dos armario? Bajé a la cocina bastante cabreada.
- ¿Se puede saber por qué hay dos camas en mi cuarto? Dijimos que Pedro y yo no compartiriamos cuarto.- dije en tono de reproche, no me habia dado cuenta de que Ben ya había llegado.
- Y así es, Pedro y tu no compartireis cuarto.- dijo mamá mientras le servía una taza de té caliente a Ben.
- ¿Entonces?- Me estaba comenzando a hartar este juego de hacerse la dificil, crucé los brazos para dar credibilidad a mi enfado. Mamá sonrió.
- La compartiras conmigo.- dijo alguien detras mia, me dí la vuelta y ahí estaba él.
- ¡¿QUÉ?!- grité y me giré en busca de los ojos de mi madre- Mama, ¿qué es esto? ¿quien es?- Necesitaba una explicación, iban a meter a alguien que no conozco en mi cuarto, no me podian estar haciendo esto.
- Tranquila, él es Harry el hijo de Ben, vivirá con nosotros y mientras acaban las obras se quedará en tu cuarto por ser el más grande.- se sentó en la silla y Harry se colocó ami lado, el muy imbecil sonreía.
-Pe..- intenté reprochar y demostrarle que no era una buena idea.
-Nada de pero's, cielo, está decidido.- Le dió un sorbo al té y no dijo nada más. Bufé y salí de la cocina seguida por el moreno de ojos verdes.
- Hola, bueno, tal vez no lo suficiente.- contestó mientras se tumbaba en el sillon y entrelazaba sus piernas.
- No estés nerviosa, lo llevaras bien.- le sonrió, en realidad no sabía a ciencia cierta si Alisson llevaría bien todo aquello, llevaba tratandola desde la muerte de su padre y a ella aún le cuesta hacer amigos y acostumbrarse a que otro hombre viva en su casa.
- Eso espero, aquí no tengo amigos y me es mas facil cambiar de vida, aunque tendré que acostumbrarme a cosas nuevas. Lo que necesitaba era algo así, empezar de cero y olvidar a todas esas personas que me hicieron daño- recorrio con la mirada la habitación, tenía ganas de llorar pero las reprimio. Desde la muerte de su padre comenzó a sufrir acoso y se alejó de todo el mundo, era la rarita, el bicho raro y todo el mundo la depreciaba y marginaba. Todo eso le provocó demasiadas inseguridades.- te voy a echar de menos, Natalia. Para mi has sido cómo una amiga, me has ayudado a salir del hoyo en el que me metí, a madurar...-suspiró. Natalia sonrió y se levanto a abrazarla. Echaría de menos a esa pequeña pecosa.
~Narra Alisson~
Había llegado el día, hoy sería la ultima vez que estaría en esa casa. Me marchaba a Dover, a mi ciudad natal, con mi madre, mi hermano pequeño y el novio de mi madre.
La luz entraba por la ventana cuando entre abrí los ojos, se oian gritos por todas partes e intuí que pronto deberiamos salir hacia el aeropuerto.
- Aliiiiii despierta, que nos vamos a Londres, bieeeen- Pedro entró en mi cuarto y se abalanzó sobre mí, me encantaba despertar así.
- buenos días, enano.- le dije mientras me sentaba en la cama y me frotaba los ojos. Salió del cuarto y yo aprobeché para darme una ducha y vestirme. Cuando estube preparada bajé y en la puerta había un taxi, mamá y Pedro me esperaban dentro, miré hacia la casa por última vez y suspiré.
-Nueva ciudad, nueva vida.- susurré.
~~
Llegamos pronto a Dover y subí a ordenar mi cuarto, ya había muchas de mis cosas allí colocadas así que la tarea no me resulto muy pesada, a pesar de que no soy gran fan de ordenar el cuarto. Mi cama estaba en la pared de la derecha y justo enfrente, en la pared izquierda, estaba la otra cama, enfrente de la puerta había un gran balcon que daba al patio trasero y a ambos lados había un armario, pero había algo que no encajaba, ¿por qué había dos camas y dos armario? Bajé a la cocina bastante cabreada.
- ¿Se puede saber por qué hay dos camas en mi cuarto? Dijimos que Pedro y yo no compartiriamos cuarto.- dije en tono de reproche, no me habia dado cuenta de que Ben ya había llegado.
- Y así es, Pedro y tu no compartireis cuarto.- dijo mamá mientras le servía una taza de té caliente a Ben.
- ¿Entonces?- Me estaba comenzando a hartar este juego de hacerse la dificil, crucé los brazos para dar credibilidad a mi enfado. Mamá sonrió.
- La compartiras conmigo.- dijo alguien detras mia, me dí la vuelta y ahí estaba él.
- ¡¿QUÉ?!- grité y me giré en busca de los ojos de mi madre- Mama, ¿qué es esto? ¿quien es?- Necesitaba una explicación, iban a meter a alguien que no conozco en mi cuarto, no me podian estar haciendo esto.
- Tranquila, él es Harry el hijo de Ben, vivirá con nosotros y mientras acaban las obras se quedará en tu cuarto por ser el más grande.- se sentó en la silla y Harry se colocó ami lado, el muy imbecil sonreía.
-Pe..- intenté reprochar y demostrarle que no era una buena idea.
-Nada de pero's, cielo, está decidido.- Le dió un sorbo al té y no dijo nada más. Bufé y salí de la cocina seguida por el moreno de ojos verdes.
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