jueves, 26 de diciembre de 2013

Nuestro. Capitulo 8.

~ Narra Rox ~ 

Había salido a comprar un par de cosas al centro comercial cuando me lo encontré. Estaba en la tienda de té del centro comercial cuando entró acompañdo de un chico moreno y bastante alto, ambos se dirigieron a uno de los estantes mientras yo daba vueltas por la tienda esperando a la chica que traía el pedido que horas antes había encargado mi madre. El chico rubio me miró mientras el otro seguía mirando por los estantes, pareció hablarle algo y se acercó sonriendo.
- Hola, perdona, ¿teneís cajas donde vengan todos los tipos de té? - preguntó con bastante verguenza cosa que me hizo gracia, me había confundido con la dependienta.
- Emm... lo siento mucho, pero te has confundido.- le sonreí y me acerqué al mostrador para recoger el pedido.

~ Narra Leo ~

Sabía perfectamente que no era la dependienta, solía venir a comprar té aquí y al entrar me impresionó bastante; era de mi misma estatura, pelirroja, piel blanca, con el pelo recogido en un moño mal echo y un peto vaquero. No solía ver a chicas así muy amenudo, necesitaba hablar con ella. Le pregunté una pregunta bastante obvia pero en esos momentos no se me ocurría nada mejor, estaba nervioso y eso nunca me había pasado. Al hablar con ella y descubrir esa preciosa sonrisa me pareció mucho más guapa e hizo que olvidara por un momento a Ev.
Dylan parecía no haberse dado cuenta ya que charlaba tranquilamente con la dependienta, cuando salimos a fuera le pregunté por la chica.
- ¿has visto a esa chica que estaba cuando entramos? -
- Si, ¿por qué? - me preguntó mientras abría el maletero del coche.
- No por nada, ¿la conoces? - le pregunté al subirme al coche.
- No, tio ¿estas bien? - dijo mientras arrancaba el coche.
- Todo lo bien que puedo...- susurré, el recuerdo de Ev había vuelto.
- Vamos, no pienses más en ella, esta tarde iremos a casa de Harry y lo pasaremos bien. - intentó animarme al ver que había cambiado el rostro completamente, lo de Ev estaba aún muy reciente y no tenía el cuerpo para fiestas, pero los chicos pensaron que me vendría bien y aprobecharon que la casa de Harry y Alisson estaba vacía para pasar la tarde allí. No me apetecía estar rodeado de parejas viendo cómo se quieren y yo solo y roto pero tenía que pensar con optimismo, no me quedaría amargado para toda la vida.

Llegamos a la casa y ya estaban todos allí, aprovechando la noche que hacía habían adornado el jardín con farolillos y antorchas. De pronto sonó el timbre y Alisson corrió sonriendo hacía la puerta.
- ¿Quien falta? - le pregunté a Harry pero no me contestó simplemente me sonrió y esa sonrisa no me gustaba, me habían preparado una encerrona, seguro.
Me giré y la ví acompañada de Alisson, al principio dudé pero era ella solo que esta vez llevaba el pelo liso y suelto, y un vestido blanco con adornos azules. Estaba guapísima, mucho más que en la tienda de té.
Alisson la fue presentando uno a uno y cuando llegó a mi ella tambien me reconoció.
- Hola Leo, esta es Rox, una amiga.- Alisson me miró y sonrió.
- Hola - dijo ella cómo en un suspiro, ¿tambien estaba tan nerviosa cómo lo estaba yo ahora?
- Hola - le sonreí y pareció sonrojarse.
Alisson nos dejó solos, Rox me sonrió pero obviamente se sentía muy incomoda con la situación. Intenté sacar algún tema de conversación para que no se sintiera tan desplazada, al principio me costó pero poco a poco se fue quitando la verguenza y acabó riendo y hablando conmigo como si nos conocieramos de toda la vida, tal vez se le fue la verguenza con la que entró por la puerta o el alcochol empezaba a hacer efecto.
La fiesta prosiguió bastante bien, estabamos animados y disfrutando todos juntos aunque hubo momentos en los que me separé de ellos y me alejé. Estaba borracho, no mucho pero lo estaba, y el recuerdo de Ev seguía en mi cabeza por mas que quisiera borrarlo.
Cuando la fiesta acabó me ofrecí a llevar a Rox a su casa y para mi sorpresa aceptó.
- Muchas gracias por traerme Leo - me dijo cuando paré enfrente de su casa.
- No hay que darlas, no iba a dejar que te vinieras sola a estas horas. - le ayudé a bajar del coche y esperé apoyado en el a que entrase en casa. Cuando iba a mitad de camino se dió la vuelta, vino hacía mi, me besó, sonrió y corrió hacia la puerta de su casa. No me lo podía creer lo que acababa de pasar, en algunas ocasiones había aguantado las ganas de besarla porque no quería 'hacerle ilusiones' ya que aun estaba dolido por mi ruptura con Ev, pero había sido ella la que dió el paso. Tal vez estaba demasiado borracha y lo hizo sin querer y mañana ni se acordará, sí, será eso.
Volví al piso que compartía con Dylan y aunque lo intenté esa noche apenas dormí.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Nuestro. Capitulo 7.

- Y eso es todo mamá... - le miré buscando una queja, un reproche, una buena palabra, algo, pero no respondió nada, se levantó y me abrazo muy fuerte.
- Si es eso lo que quieres no te lo voy a impedir, cariño, pero no se...- volvió a la mesa y movió su café.
- Sí, es lo que quiero y sé que con él voy a ser feliz, tal vez sea pronto, pero es la persona que necesito en mi vida.- tragué saliva- Ya no soy una...-
- Niña, lo sé y yo solo quiero lo mejor para ti y si es estar con él pues no me opondré y seguro que Ben tampoco, Harry es muy buen chico.- Esta vez fuí yo quien me levanté a abrazar a mi madre; había días en los que nos llevabamos peor que el perro y el gato, otros en los que incluso dije que la odiaba entre regañadientes, pero me arrepentía al segundo porque ella me ha dado lo que nadie me dará jamás, soy quien soy gracias a ella y le debo todo, porque, sin duda, mi madre es la mejor.

~~

Volvimos a casa y los chicos estaban jugando al fútbol en el jardín mientras Ben leía tranquilamente el periódico.
- Ya hemos vuelto - dijo Mamá a la vez que le daba un beso a Ben.
- Hola Mamá - gritó Pedro mientras intentaba robarle la pelota a Harry, este me miró y me guiño un ojo a la vez que sonreía agotado.
-¿Te lo ha contado? - preguntó Ben dejando el periódico sobre la mesa de jardín.
- Si - sonrió Mamá, Ben se puso de pie juto a ella y me miraron.
- Harry ven un momento - Cuando Harry llegó a donde estabamos nosotros Ben siguió hablando. - Ahora hay una serie de normas que se deben cumplir; evitar daros besos y esas cosas delante de Pedro, al menos por ahora, no hagaís ese tipo de cosas que los cuatro sabemos cuando estemos en casa - me hizo bastante gracia la forma en la que nos prohibieron hacerlo cuando estubiesen ellos en casa - Y como aún comparteis cuarto espero que se cumplan estas normas y sobre todo cuidaros y no os hagais daño.-
No pensaba que Ben hablaría de esa manera, estaba claro que estaba de acuerdo con que Harry yo fuesemos novios pero no quería vernos sufir el uno por el otro.
Sería facil cumplir esas "normas" aunque el echo de que aún Harry yo estuviesemos en el mismo cuarto dificultaba un poco las cosas, pero no importaba. Les dí un abrazo y subí al cuarto acompañada de Harry.
Nos sentamos sobre su cama, nos miramos atentamente durante unos segundos y rompimos el silencio a carajadas. Me encantaba esa sensación, por fin me sentía completa y feliz, sentía cosas que nunca había sentido, estaba feliz pero a la vez nerviosa, era una sensacion dificil de explicar.
Se acercó a mi y comenzó a acariciar mis muslos de dentro a fuera mientras me besaba, estaba jugando con fuego y a mi esas cosas me calentaban mucho y él lo sabía, pero no sería la única en jugar sucio. Me levanté de la cama y me acerqué a la pared, me miró picaro y me acoraló contra ella, si quería jugar, jugariamos los dos.
Le traje hacía mi y se le escapó un pequeño gemido, me acercó su miembro y comencé a moverme hacia delante y hacia atrás, notaba como cada vez Harry estaba mas caliente.
- Maldita preciosa - susurró conta mi boca.
- Has empezado tu - ambos teniamos la respiración entrecortada, le mordí el cuello y se volvió loco, me cogió y le rodeé la cintura con las piernas, llevabamos ropa de deporte y eso hizo que nos excitasemos aún mas.
Me empezó a dar embestidas pese a que teniamos la ropa encima, pero al ser mas fina se notaba todo y estabamos para explotar, no sé como estaba apunto de tener un orgasmo, su pene me rozaba el clítoris y eso me mataba, estaba a punto de llegar cuando se oyó ruido afuera y Pedro entró al cuarto sin llamar, por suerte nos dió tiempo e hicimos como que estabamos buscado algo que se nos había caido debajo la cama.
Sin duda iba a ser divertido eso de tener que estar pendientes por si Pedro o cualquier otra persona, entraba al cuarto cuando estuviesemos en situaciones como esas y nos pillaba con las manos en la masa.


viernes, 6 de diciembre de 2013

Nuestro. Capitulo 6.

La mañana siguiente desperté con ella entre mis brazos. Eran las once de la mañana y la casa de Daphne estaba tranquila, no se oía nada, solo la respiración de Alisson sobre mi pecho, tenía el pelo despeinado y llevaba puesta un de sus camisetas de tio, estaba guapisima durmiendo. Le besé la mejilla y la naríz y arrugó esta mientras sonreía.
- Buenos días.- le dije con la voz ronca, siempre me despertaba con la voz así.
-Ñññ- gruñó, abrió los ojos despacio y me miró sonriente.- Buenos días...No, mierda...
-¿Que pasa?- pregunté asustado por su reacción.
- No he llamado a mi madre y estará preocupada- se sentó sobre la cama con las piernas cruzadas.
- Desayunamos y la llamas, ¿vale?- sonrió y nos fuimos a la cocina.

Preparamos tostadas y fruta, estabamos en silencio cuando Alisson lo rompió.
- Harry, no te lo tomes mal, ¿cómo se lo decimos a nuestros padres?- le dió un bocado a una manzana roja.
- Si quieres hablamos con ellos cuando regresemos, no me importa.- no sabía que mas decir, su pregunta me había cogido por sorpresa.
- Creo que es mejor que hablemos por separado ya sabes, tú con tu padre y yo con mi madre, cuando pase un tiempo, ¿vale?- acepté y le besé la frente. Me levanté y la abracé con mas fuerza que nunca, estaba de acuerdo con ella, lo mejor sería esperar un poco y así podría demostrarle que no quiero hacerle daño.

~~

~Narra Alisson~

Habían pasado semanas y semanas, llevabamos ya un mes en Dover y todo parecía ir bien; Pedro había echo amigos y se pasaba las tardes jugando en la calle, mamá y Ben estaban muy entusiasmados por el viaje que iban a hacer y bueno, Harry y yo seguiamos bien, mejor que nunca, cada día me demostraba que lo que sentía por mi era de verdad y decidí que ya era hora de hablar con mi madre.
- Mamá, ¿podemos hablar?- estaba muy nerviosa pero su sonrisa consiguió tranquilizarme.
- Claro cielo, ¿vamos a aquella cafetería?- señaló a una cafetería que había al otro lado de la calle. Rox. Asentí y nos dirigimos allí.
Llegamos y nos sentamos en una de las mesas que había colocadas fuera, Mamá pasó a pedir, no sabía como me había convencido para salir la mañana del sábado de compras, le hacía muchisima ilusion que le ayudase a escojer ropa nueva para poder llevarse a Bruselas y pensé que ese sería el momento idoneo para contarselo.
- Hola, buenos días, ¿que desea?- su voz me sacó del trance. Me giré y vi a una chica pelirroja que me miraba atentamente.
- emmm- llevaba un uniforme y una chapa con su nombre; Rox. Miré a la chapa y luego al letrero.
- Sí, me llamo igual que la cafetería, mis padres son muy originales.- reimos.
- Perdón no pretendía... mi madre ya ha pasado dentro a pedir y estaba empanada - le sonreí y cuando estaba apunto de entrar la llamé.- Rox espera, se te ha caído esto.- sonrió avergonzada y le devolví la libreta.
- Muchas gracias, soy un desastre- rió.- ¿Cómo te llamas?
- Alisson- sonreí de nuevo, esa chica me daba buenas vibraciones.
- Espero volver a verte, Alisson.- me sonrió y volvió dentro de la cafetería.

Mamá llego y me miró pensativa pero sin borrar la sonrisa.
- Y dime cielo, ¿de que querías hablar?- me miraba mientras intentaba quitar el plástico a una pajita, había llegado el momento de contarle todo, no sabía cómo reaccionaría, si se lo tomaría bien o mal, pero no podía aguantar más y no soportaba mentirle de esa manera, siempre nos contabamos todos y no quería que eso cambiase.
Respiré hondo y comencé.