jueves, 26 de diciembre de 2013

Nuestro. Capitulo 8.

~ Narra Rox ~ 

Había salido a comprar un par de cosas al centro comercial cuando me lo encontré. Estaba en la tienda de té del centro comercial cuando entró acompañdo de un chico moreno y bastante alto, ambos se dirigieron a uno de los estantes mientras yo daba vueltas por la tienda esperando a la chica que traía el pedido que horas antes había encargado mi madre. El chico rubio me miró mientras el otro seguía mirando por los estantes, pareció hablarle algo y se acercó sonriendo.
- Hola, perdona, ¿teneís cajas donde vengan todos los tipos de té? - preguntó con bastante verguenza cosa que me hizo gracia, me había confundido con la dependienta.
- Emm... lo siento mucho, pero te has confundido.- le sonreí y me acerqué al mostrador para recoger el pedido.

~ Narra Leo ~

Sabía perfectamente que no era la dependienta, solía venir a comprar té aquí y al entrar me impresionó bastante; era de mi misma estatura, pelirroja, piel blanca, con el pelo recogido en un moño mal echo y un peto vaquero. No solía ver a chicas así muy amenudo, necesitaba hablar con ella. Le pregunté una pregunta bastante obvia pero en esos momentos no se me ocurría nada mejor, estaba nervioso y eso nunca me había pasado. Al hablar con ella y descubrir esa preciosa sonrisa me pareció mucho más guapa e hizo que olvidara por un momento a Ev.
Dylan parecía no haberse dado cuenta ya que charlaba tranquilamente con la dependienta, cuando salimos a fuera le pregunté por la chica.
- ¿has visto a esa chica que estaba cuando entramos? -
- Si, ¿por qué? - me preguntó mientras abría el maletero del coche.
- No por nada, ¿la conoces? - le pregunté al subirme al coche.
- No, tio ¿estas bien? - dijo mientras arrancaba el coche.
- Todo lo bien que puedo...- susurré, el recuerdo de Ev había vuelto.
- Vamos, no pienses más en ella, esta tarde iremos a casa de Harry y lo pasaremos bien. - intentó animarme al ver que había cambiado el rostro completamente, lo de Ev estaba aún muy reciente y no tenía el cuerpo para fiestas, pero los chicos pensaron que me vendría bien y aprobecharon que la casa de Harry y Alisson estaba vacía para pasar la tarde allí. No me apetecía estar rodeado de parejas viendo cómo se quieren y yo solo y roto pero tenía que pensar con optimismo, no me quedaría amargado para toda la vida.

Llegamos a la casa y ya estaban todos allí, aprovechando la noche que hacía habían adornado el jardín con farolillos y antorchas. De pronto sonó el timbre y Alisson corrió sonriendo hacía la puerta.
- ¿Quien falta? - le pregunté a Harry pero no me contestó simplemente me sonrió y esa sonrisa no me gustaba, me habían preparado una encerrona, seguro.
Me giré y la ví acompañada de Alisson, al principio dudé pero era ella solo que esta vez llevaba el pelo liso y suelto, y un vestido blanco con adornos azules. Estaba guapísima, mucho más que en la tienda de té.
Alisson la fue presentando uno a uno y cuando llegó a mi ella tambien me reconoció.
- Hola Leo, esta es Rox, una amiga.- Alisson me miró y sonrió.
- Hola - dijo ella cómo en un suspiro, ¿tambien estaba tan nerviosa cómo lo estaba yo ahora?
- Hola - le sonreí y pareció sonrojarse.
Alisson nos dejó solos, Rox me sonrió pero obviamente se sentía muy incomoda con la situación. Intenté sacar algún tema de conversación para que no se sintiera tan desplazada, al principio me costó pero poco a poco se fue quitando la verguenza y acabó riendo y hablando conmigo como si nos conocieramos de toda la vida, tal vez se le fue la verguenza con la que entró por la puerta o el alcochol empezaba a hacer efecto.
La fiesta prosiguió bastante bien, estabamos animados y disfrutando todos juntos aunque hubo momentos en los que me separé de ellos y me alejé. Estaba borracho, no mucho pero lo estaba, y el recuerdo de Ev seguía en mi cabeza por mas que quisiera borrarlo.
Cuando la fiesta acabó me ofrecí a llevar a Rox a su casa y para mi sorpresa aceptó.
- Muchas gracias por traerme Leo - me dijo cuando paré enfrente de su casa.
- No hay que darlas, no iba a dejar que te vinieras sola a estas horas. - le ayudé a bajar del coche y esperé apoyado en el a que entrase en casa. Cuando iba a mitad de camino se dió la vuelta, vino hacía mi, me besó, sonrió y corrió hacia la puerta de su casa. No me lo podía creer lo que acababa de pasar, en algunas ocasiones había aguantado las ganas de besarla porque no quería 'hacerle ilusiones' ya que aun estaba dolido por mi ruptura con Ev, pero había sido ella la que dió el paso. Tal vez estaba demasiado borracha y lo hizo sin querer y mañana ni se acordará, sí, será eso.
Volví al piso que compartía con Dylan y aunque lo intenté esa noche apenas dormí.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Nuestro. Capitulo 7.

- Y eso es todo mamá... - le miré buscando una queja, un reproche, una buena palabra, algo, pero no respondió nada, se levantó y me abrazo muy fuerte.
- Si es eso lo que quieres no te lo voy a impedir, cariño, pero no se...- volvió a la mesa y movió su café.
- Sí, es lo que quiero y sé que con él voy a ser feliz, tal vez sea pronto, pero es la persona que necesito en mi vida.- tragué saliva- Ya no soy una...-
- Niña, lo sé y yo solo quiero lo mejor para ti y si es estar con él pues no me opondré y seguro que Ben tampoco, Harry es muy buen chico.- Esta vez fuí yo quien me levanté a abrazar a mi madre; había días en los que nos llevabamos peor que el perro y el gato, otros en los que incluso dije que la odiaba entre regañadientes, pero me arrepentía al segundo porque ella me ha dado lo que nadie me dará jamás, soy quien soy gracias a ella y le debo todo, porque, sin duda, mi madre es la mejor.

~~

Volvimos a casa y los chicos estaban jugando al fútbol en el jardín mientras Ben leía tranquilamente el periódico.
- Ya hemos vuelto - dijo Mamá a la vez que le daba un beso a Ben.
- Hola Mamá - gritó Pedro mientras intentaba robarle la pelota a Harry, este me miró y me guiño un ojo a la vez que sonreía agotado.
-¿Te lo ha contado? - preguntó Ben dejando el periódico sobre la mesa de jardín.
- Si - sonrió Mamá, Ben se puso de pie juto a ella y me miraron.
- Harry ven un momento - Cuando Harry llegó a donde estabamos nosotros Ben siguió hablando. - Ahora hay una serie de normas que se deben cumplir; evitar daros besos y esas cosas delante de Pedro, al menos por ahora, no hagaís ese tipo de cosas que los cuatro sabemos cuando estemos en casa - me hizo bastante gracia la forma en la que nos prohibieron hacerlo cuando estubiesen ellos en casa - Y como aún comparteis cuarto espero que se cumplan estas normas y sobre todo cuidaros y no os hagais daño.-
No pensaba que Ben hablaría de esa manera, estaba claro que estaba de acuerdo con que Harry yo fuesemos novios pero no quería vernos sufir el uno por el otro.
Sería facil cumplir esas "normas" aunque el echo de que aún Harry yo estuviesemos en el mismo cuarto dificultaba un poco las cosas, pero no importaba. Les dí un abrazo y subí al cuarto acompañada de Harry.
Nos sentamos sobre su cama, nos miramos atentamente durante unos segundos y rompimos el silencio a carajadas. Me encantaba esa sensación, por fin me sentía completa y feliz, sentía cosas que nunca había sentido, estaba feliz pero a la vez nerviosa, era una sensacion dificil de explicar.
Se acercó a mi y comenzó a acariciar mis muslos de dentro a fuera mientras me besaba, estaba jugando con fuego y a mi esas cosas me calentaban mucho y él lo sabía, pero no sería la única en jugar sucio. Me levanté de la cama y me acerqué a la pared, me miró picaro y me acoraló contra ella, si quería jugar, jugariamos los dos.
Le traje hacía mi y se le escapó un pequeño gemido, me acercó su miembro y comencé a moverme hacia delante y hacia atrás, notaba como cada vez Harry estaba mas caliente.
- Maldita preciosa - susurró conta mi boca.
- Has empezado tu - ambos teniamos la respiración entrecortada, le mordí el cuello y se volvió loco, me cogió y le rodeé la cintura con las piernas, llevabamos ropa de deporte y eso hizo que nos excitasemos aún mas.
Me empezó a dar embestidas pese a que teniamos la ropa encima, pero al ser mas fina se notaba todo y estabamos para explotar, no sé como estaba apunto de tener un orgasmo, su pene me rozaba el clítoris y eso me mataba, estaba a punto de llegar cuando se oyó ruido afuera y Pedro entró al cuarto sin llamar, por suerte nos dió tiempo e hicimos como que estabamos buscado algo que se nos había caido debajo la cama.
Sin duda iba a ser divertido eso de tener que estar pendientes por si Pedro o cualquier otra persona, entraba al cuarto cuando estuviesemos en situaciones como esas y nos pillaba con las manos en la masa.


viernes, 6 de diciembre de 2013

Nuestro. Capitulo 6.

La mañana siguiente desperté con ella entre mis brazos. Eran las once de la mañana y la casa de Daphne estaba tranquila, no se oía nada, solo la respiración de Alisson sobre mi pecho, tenía el pelo despeinado y llevaba puesta un de sus camisetas de tio, estaba guapisima durmiendo. Le besé la mejilla y la naríz y arrugó esta mientras sonreía.
- Buenos días.- le dije con la voz ronca, siempre me despertaba con la voz así.
-Ñññ- gruñó, abrió los ojos despacio y me miró sonriente.- Buenos días...No, mierda...
-¿Que pasa?- pregunté asustado por su reacción.
- No he llamado a mi madre y estará preocupada- se sentó sobre la cama con las piernas cruzadas.
- Desayunamos y la llamas, ¿vale?- sonrió y nos fuimos a la cocina.

Preparamos tostadas y fruta, estabamos en silencio cuando Alisson lo rompió.
- Harry, no te lo tomes mal, ¿cómo se lo decimos a nuestros padres?- le dió un bocado a una manzana roja.
- Si quieres hablamos con ellos cuando regresemos, no me importa.- no sabía que mas decir, su pregunta me había cogido por sorpresa.
- Creo que es mejor que hablemos por separado ya sabes, tú con tu padre y yo con mi madre, cuando pase un tiempo, ¿vale?- acepté y le besé la frente. Me levanté y la abracé con mas fuerza que nunca, estaba de acuerdo con ella, lo mejor sería esperar un poco y así podría demostrarle que no quiero hacerle daño.

~~

~Narra Alisson~

Habían pasado semanas y semanas, llevabamos ya un mes en Dover y todo parecía ir bien; Pedro había echo amigos y se pasaba las tardes jugando en la calle, mamá y Ben estaban muy entusiasmados por el viaje que iban a hacer y bueno, Harry y yo seguiamos bien, mejor que nunca, cada día me demostraba que lo que sentía por mi era de verdad y decidí que ya era hora de hablar con mi madre.
- Mamá, ¿podemos hablar?- estaba muy nerviosa pero su sonrisa consiguió tranquilizarme.
- Claro cielo, ¿vamos a aquella cafetería?- señaló a una cafetería que había al otro lado de la calle. Rox. Asentí y nos dirigimos allí.
Llegamos y nos sentamos en una de las mesas que había colocadas fuera, Mamá pasó a pedir, no sabía como me había convencido para salir la mañana del sábado de compras, le hacía muchisima ilusion que le ayudase a escojer ropa nueva para poder llevarse a Bruselas y pensé que ese sería el momento idoneo para contarselo.
- Hola, buenos días, ¿que desea?- su voz me sacó del trance. Me giré y vi a una chica pelirroja que me miraba atentamente.
- emmm- llevaba un uniforme y una chapa con su nombre; Rox. Miré a la chapa y luego al letrero.
- Sí, me llamo igual que la cafetería, mis padres son muy originales.- reimos.
- Perdón no pretendía... mi madre ya ha pasado dentro a pedir y estaba empanada - le sonreí y cuando estaba apunto de entrar la llamé.- Rox espera, se te ha caído esto.- sonrió avergonzada y le devolví la libreta.
- Muchas gracias, soy un desastre- rió.- ¿Cómo te llamas?
- Alisson- sonreí de nuevo, esa chica me daba buenas vibraciones.
- Espero volver a verte, Alisson.- me sonrió y volvió dentro de la cafetería.

Mamá llego y me miró pensativa pero sin borrar la sonrisa.
- Y dime cielo, ¿de que querías hablar?- me miraba mientras intentaba quitar el plástico a una pajita, había llegado el momento de contarle todo, no sabía cómo reaccionaría, si se lo tomaría bien o mal, pero no podía aguantar más y no soportaba mentirle de esa manera, siempre nos contabamos todos y no quería que eso cambiase.
Respiré hondo y comencé.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Nuestro. Capitulo 5.

Cuando me quise dar cuenta era la hora de comenzar a vestirme. Me ricé el pelo con la plancha y me maquillé un poco, rimel, raya y algo de pintalabios, nada más, no me gusta ir demasiado pintada y parecer que en vez de maquillaje llevo Cola Cao. Me miré en el espejo y sonreí, de siempre las duchas me habían servido para despejarme y animarme un poco, pero esta lo había echo y mucho.

Estabamos en una de las discotecas de Londres cuando aparecierón Tom, James y Dylan, que abrazaron a sus respectivas chicas: Tom a Daphne, la cual le dió un fugaz beso en los labios, James a Sarah que le abrazó fuerte y finalmente Dylan a Emma que le sonrió y le besó en la mejilla. Saludé a los chicos y estos comenzarón a hablar con las chicas. Miré con bastante disimulo al frente y a ambos lados, si ellos estaban aquí Harry tambien podía estar y esa idea me gustaba bastante. Seguí buscando sus ojos entre los de la gente y de pronto noté cómo alguien me abrazaba por la cintura y me soplaba en el cuello, me estremecí al oler su colonia.
- ¿A quien buscas?- susurró contra mi cuello haciendo que se me erizara la piel.
- A ti, precisamente, no- sonreí mientras me daba la vuelta y me quedaba embobada: iba con una camisa preciosa y unos vaqueros negros que le quedaban genial, estaba guapisimo.
- No me mires así que acabaremos mal, pequeña- me trajo más hacía él. - Aunque no me importaría. Estás preciosa- me guiñó un ojo y puse los ojos en blanco.
'¿Que está pasando Alisson? ¿no estarás empezando a sentir algo por él? ¿sería tan malo?' Me decía mi conciencia y yo sabía la respuesta; por mucho que me jodiera estaba comenzando a sentir algo por Harry, no sabía si era amor o simple atracción, pero había algo, distinto, y no, posiblemente no sería tan malo.

~~

Eran las cuatro de la madrugada, no podía más, me dolían mucho los pies. No estaba acostumbrada a llevar tacones y menos durante tanto tiempo, pedí las llaves del coche de Daphne y salí fuera. Abrí el coche y me apoyé en el para sujetarme y ponerme las Vans rojas, sé que no pegaban con el vestido pero me había olvidado los zapatos planos en casa y eso era lo único que había traido.
- La princesa ha perdido su encanto- rió Harry.
- Calla idiota- le dí un golpe en el brazo a lo que él aprovechó para acercarme a él.

~Narra Harry~

Le tenía a milímetros de mi, podía incluso oír el sonido de sus latidos. Se mordió el labio, tal vez inconscientemente pero eso me mató. Le traje hacía mi y la besé como nunca había besado a nadie. Puso sus brazos al rededor de mi cuello, se separó, me miró a los ojos y me besó. Seguimos besandonos hasta que de pronto paró y se alejó un poco.
- ¿Que pasa?- le pregunté bastante desconcertado.
- Que no sé si quiero esto, Harry...- agachó la cabeza y yo se la levanté con las manos, sus ojos brillaban.
- ¿El que?-
- Esto, besarte, hacerme ilusiones, pensar que tu tambien.... y que luego sea un simple rollo...- le temblaba la voz y ami me dolía verle así.
-¿Y quien te ha dicho que vayas a ser un simple royo?- se quedó callada.- Alis, no sé que pensamientos tengas sobre mi, pero no quiero hacerte daño y mucho menos ilusionarte por capricho. ¿Por qué crees que he venido hoy hasta aquí? Para estar contigo, para verte, porque algo dentro de mi gritaba que te necesitaba, porque te echaba de menos.- me miró a los ojos y le sonreí avergonzado por lo que acababa de decir, era la primera vez que me pasaba esto.
-¿Entonces?- preguntó mientras se tocaba nerviosa la pulsera que llevaba en la mano derecha.
- Que si tú quieres podemos intentarlo, comenzar algo, iniciar una historia, nuestra historia.- asintió con la cabeza y le dí un fuerte abrazo.
- Idiota.- susurró.
- Eres la primera chica que ha conseguido que esas palabras salgan de mi boca y espero que seas la última.- le susurré y despues le besé suavemente los labios.
No me podía creer todo lo que le había dicho pero no aguantaba más, desde que la conocí revolucionó mis esquemas, era la chica que había estado esperando durante tanto tiempo y no quería perderla por nada del mundo porque posiblemente ella fuese mi media naranja.

martes, 12 de noviembre de 2013

Nuestro. Capitulo 4.

~ Narra Alisson~

Aquella tarde que empezó tan raro acabo siendo una de las mejores. Volví del porche y me senté junto a Harry, me sonrió mientras me acariciaba la todilla. Tardé poco en entrar en la conversación que tenían, decíamos muchísimas tonterias y reíamos cómo si fuera la última vez. Por fin había encontrado mi sitio donde no sentirme desplazada, donde encajaba a la perfección.

A la mañana siguiente las chicas me llamaron para ir juntas de compras por Londres y pasar el día allí, iríamos en el coche de Daphne. Al principio dudé pero Emma consiguió convencerme, además tenía ganas de conocer Londres y mi armario pedía a gritos ropa nueva.
- ¿Te vas?- preguntó Harry al entrar por la puerta y ver que me estaba acabando de atarme las Vans.
- Sí, pero tranquilo, que volveré.- le sonreí y saqué la lengua a modo de burla.
- ¿Y esa bolsa?- preguntó mirando a la bolsa de deporte donde llevaba la ropa.
- ¿Para la ropa?- pregunté ironica y me despedí de mamá. Harry me acompañó a la puerta de la calle y saludó a las chicas.
- Lleva cuidado, no estaré para cuidarte, peque - me paró cogiendome del brazo. Me miraba a los ojos y eso me ponia muy nerviosa.
- No necesito que me cuides y sí, llevaré cuidado mamá.- le sonreí y reimos juntos. Subí al coche y seguí mirando por el espejo retrovisor hasta perder totalmente la casa de vista. Suspiré.

~~

Llegamos pronto al piso, estaba en el centro de Londres, era pequeño pero muy acojedor. Cuando acabamos de colocar la ropa las chicas propusieron ir a comprar ropa para la noche y después visitar la ciudad.
Fuimos a una tienda que estaba bastante bien, me compré unos short, un par de camisas y un vestido con vuelo de flores. Lo cierto es que el vestido no me gustaba mucho pero eso era mejor que llevar uno de esos vestidos en los que se te nota todo, además esos vestidos no estaban echos para mi.
- Estas preciosa con el Alisson.- Dijo Daphne terminando de colocarmelo bien.
- Sí, te queda genial- sonrió Sarah.
- A Harry se le caerá la baba cuando te vea- dijo Emma abrazadome por detrás.
Le sonreí debilmente y me miró extrañada. La tarde pasó rápido, visitamos el Big Beng, el London Eye y volvimos a casa.
Daphne y Sarah decidieron echarse un rato y yo me quedé en el sofá, hacía cómo que pintaba pero eran todo garabatos.
- ¿Que te pasa, nena?- Emma se sentó abrazandome y dandome un besito en la frente. Me encantaba que fuese así de cariñosa y adorable.
- Esto...mm... no, nada- le sonreí y me miró irónica.- Esta bien... -bufé- creo que le echo de menos y no sé si siento algo por él, pero no, es imposible.-
- ¿Imposible por qué? No es malo enamorarse Ali.- me miraba a los ojos y lo cierto es que me incomodaba un poco.
- Porque sí... no le conozco de nada y no sé cómo es al 100%, pero...- me estaba empezando a agobiar, bufé de nuevo poniendo los ojos en blanco- Hoy me he dado cuenta de que tal vez siento algo por él, es el típico chulito prepotente que piensa que se puede ligar a cualquiera y eso es lo que mas odio pero no sé, me ha demostrado cosas sin darse cuenta y... eso lo valoro mucho- no podía seguir. Tenía miedo de enamorarme, de que destruyeran la coraza que tanto me había costado construir a base de soledad y noches llorando y no, no quería eso. Sin darme cuenta comencé a llorar y Emma me acogió en sus brazos.
- Shh... tranquila Alisson, no pasa nada, tiempo al tiempo no te anticipes. Conozco a Harry desde hace años y sí, es cierto, es así pero lo hace para ocultar que en el fondo es una muy buena persona y que se preocupa por los demás y estoy segura de que tambien siente algo, te mira de forma diferente.- reíamos mientras me secaba las lágrimas con las manos- Ahora vamos, vé a ducharte y a ponerte guapa para esta noche. Tenemos sorpresa.- me guiño un ojo y rió. Su risa era contagiosa.
Le sonreí y acepté con la cabeza, una ducha me ayudaría a despejarme, a volver a encontrarme.


viernes, 1 de noviembre de 2013

Nuestro. Capitulo 3.


~Narra Alisson~

La mañana siguiente me desperté muy feliz, la casa estaba en silencio y la cama de Harry vacía. ¿Donde estaban todos?
Encontré a Harry desayunando solo.
- Buenos días dormilona-me sonrió mientras mordía una tostada con mermelada.
- Buenos días.- bostecé- ¿y los demás?- pregunté al ver que no había nadie más en casa.
- Se han ido de excursión a Londres.- sonrió y me miró negando ironicamente.
- ¿Qué? Me podían haber avisado, tampoco es tan tarde... - miré el reloj de la cocina y ví que eran las doce. Miré a Harry y se estaba riendo.- Idiota.- susurré mientras me sentaba y me comía una tostada.
- Me amas.- susurró sonriendo.
- Más quisieras.- susurré y estallamos en risas. Me encantaba empezar el día así.

~~

Oí a Harry hablar por teléfono en el piso de arriba ¿que estaría tramando ahora? Al rato bajó y se sentó a mi lado en el sofá-balancín que tenemos en el jardín.
-Ay joder, ten cuidado- se sentó muy bruscamenre y tiró algunos lapiceros. Me miraba con impaciencia, cómo si esperaba a que le preguntara.- ¿Que pasa?-
- He llamado a los chicos, los he invitado a pasar la tarde aquí y así les conoces. ¿Te apetece?- La sonrisa le ocupaba toda la cara, estaba feliz y parecía un poco nervioso. No sabía si me apetecía o no, nunca se me ha dado bien eso de hacer amigos.
- Ññ... no sé Harry... no quiero molestar. Mejor me quedo aquí en el jardín.- evité mirarle a los ojos, me sentía un poco tonta al decir esas cosas.
- ¿pero qué dices? No seas tonta, Ali, además tambien vendrán las chicas.-
Lo cierto es que me alivió un poco saber que no estaría sola con cinco tios.

Estaba acabando de colocar los cuencos con chucherías sobre la mesita del salón cuando el timbre sonó.
- Voy yo.- dijo Harry mientras se ponia de pie, había estado enchufando la play.
Se oían muchas voces diferentes, estaba apunto de irme de allí cuando interrumpieron en el salón.
-Hola.- me dijo con una gran sonrisa. Era mas alto que yo, su piel era morena y tenia unos ojos color café preciosos.- Soy Dylan. ¿y tú debes ser Alisson, no?- asentí, no podía hacer otra cosa.
- Y bueno chicos, ella es Ali.- dijo Harry cuando ya todos se habían pasado al salón.
- Hola chica nueva, soy Leo.- me dijo un chico con brackets, rubio y unos ojos azules como el mar.
- Hooolaaaaaa, yo soy Tom.- era alto, tenía el pelo marrón y los ojos verdes.
- Hola chiquitina, yo soy James, el papi de estos cuatro.- sonrió y Tom le dió un empujón. James tenía el pelo castaño claro y los ojos de un marrón precioso.
-Hola preciosa, nosotras somos: Daphne- rubia, alta, ojos azules- , Sarah- morena, con el pelo rizado y los ojos negros- y yo Emma- castaña con californianas, ojos verdes.- me sonrierón las tres a la vez.
- Encantada.- les sonreí timida.
Las chicas parecían muy amables pero yo me sentía muy incomoda, no les conocía de nada, no sabía nada de ellos. Me levanté y salí al porche a tomar aire, noté como alguien se sentaba a mi lado.
- ¿Que haces aquí sola?- levanté la cabeza y vi a Emma mirando hacía el horizonte.
- Nada.- le sonreí amargamente, no me apetecía hablar.
- No te creo Alisson pero no te voy a obligar a que me lo cuentes.- sonrió y me acarició la mano izquierda.- Yo tambien me sentía así la primera vez que estube con ellos, llegué la última al grupo y ellos ya estaban tan unidos que sentía que nunca encajaría, se portarón genial y me trataban como una mas de 'la familia' y estoy segura que contigo pasará lo mismo y mas si eres la....- me miró cómo preguntandome que relación me unía a Harry.
- La amiga de Harry, aunque su padre y mi madre sean novios, acordamos que seríamos amigos y no hermanos o medio-hermanos.- sonreía muy dulcemente y amí me trasmitía muchisima tranquilidad.
- Me alegro mucho.- sonrió- y ya sabes, si necesitas algo aquí estoy.- me abrazó y le correspondí el abrazo. Sentía que un vinculo muy fuerte nos acaba de unir y eso me gustaba, era muy buena chica y estaba dispuesta a ayudarme cuando lo necesitara ¿qué mas necesitaba? Era lo que había buscado durante años, tener a alguien en quien poder confiar, saber que no te va a dejar caer y que estará ahí para compartir contigo todos los momentos de tu vida, tanto buenos cómo malos. Ella y esa 'familia' era lo que había buscado durante años.



martes, 22 de octubre de 2013

Nuestro. Capitulo 2.

~Narra Alisson~

Subí a mi cuarto y acabé de colocar las cosas que me quedaban. Estaba muy enfadada, odiaba que alguien invadiera mi espacio, mi único lugar donde poder evadirme del resto del mundo y ahora todo se había ido a la mierda.
- ¿Puedo pasar?- Preguntó aunque ya estaba dentro. Estaba de espaldas guardando mis leggins en uno de los cajones del armario.
- Ya lo has echo.- le contesté bastante borde y volví a girarme.
- No sabía que eras tan borde...- dejó sobre el suelo una caja de cartón.
- Ni tú tan impertinente- grité a la vez que me ponia de pie y cruzaba los brazos. Esto pareció hacerle gracia.- Gilipollas- susurré, pero debio escucharlo por que la sonrisa que tenía desaparecio por completo.
¿Tal vez me había pasado? Él no tiene la culpa de nada...
-Oye Harry...-carráspee, se giró y me miró.- Lo siento, no quería ser borde, tu no tienes culpa de que nos hayan metido juntos en el mismo cuarto.... Además hoy no es un buen día y lo he pagado contigo.- me mordí el labio por que intuia que alguna lágrima se me escaparía. Me sonrió y no dijo nada más, desde luego era una de las sonrisas mas bonitas que había visto.

~Narra Harry~

Aquella noche no pude dormir nada y si lo hacía tenía pesadillas, algo dentro de mi me avisaba de que a Alisson le pasaba algo, no podía olvidar esa mirada de dolor.
Me levanté y comprobé que su cama estaba vacía, tal vez ella tampoco podía dormir.
Bajé a la cocina y allí la encontré, sirviendose una taza de chocolate caliente.
- Mmm, que bien huele- le dije con voz ronca. No me contestó, agachó la cabeza y se fué hacía el salón en silencio.
Me serví un poco de chocolate caliente, cojí el bote de nata y fuí hacia el salón. Estaba sentada a lo indio sobre el sofá, me senté a su lado y giró la cabeza hacía el otro lado agachandola mas aún.
Tenía el vaso entre las manos, lo cojí y lo dejé encima de la mesa.
- Así está mas rico. -se giró y observo en silencio, busqué sus ojos y comprobe que los tenia rojos e inchados, había estado llorando.
-¿Qu...que ha pasado?- apenas me salia la voz, su mirada me habia dejado un poco asustado.
-Hoy hace cuatro años de la muerte de mi padre- lo dijo deprisa, como si no quisiera, o mas bien, no pudiera decirlo mas lento. Se secó la nariz con las mangas de la camiseta y sonrió amargamente. - Lo he superado, pero hay heridas que no llegaran a sanar del todo, y aunque quiera o no siempre hay algo que me recuerda a él.- suspiró.
- ¿estabaís muy unidos?-
- Sí- dijo en un susurro y vi como una lagrima bajaba por su megilla. Le abracé y hundió su cabeza en mi pecho, podía oír perfectamente como sollozaba.
Le abracé mas fuerte y comencé ha hacerle caricias en el pelo. Me miró y se acercó ami, tenia sus labios a centímetros, no podía hacerme esto, no soy de piedra y no podría resistirme mucho más. Se acercó más y juntó sus labios con los mios, los tenía mojados y sabían a sal. La besé suavemente como si tuviera miedo de que se rompiera en mil pedazos. Un ruido procedente del piso superior nos sacó del trance.
- Yo... lo siento Harry, no... no pretendía...- bajó la mirada avergonzada.
- Tranquila, no pasa nada, es normal que no puedas resistirte, todas acaban cayendo en mis redes.- le sonreí y puso los ojos en blanco. Reímos juntos y esa fue una de las mejores sensaciones que habia experimentado; hacerle reir cuando estaba llorando.
- ¿Eres un poco creído y mujeriego, no?- rió y sorbío por la nariz.
- Un poco.- reí y ella volvió a reir conmigo, me tranquilizaba, e incitaba a sonreir, el sonido de su risa.
- Pues no estes tan seguro, a ver si vas a ser tú quien caiga en mis redes.- me guiñó un ojo y sonrió picara. Se levantó del sofá y se dirigió hacía las escaleras que llevaban al piso superior. La camiseta que llevaba como pijama apenas le tapaba el culo y al subir el primer escalon se le subió un poco, se giró y se tiró de la camiseta hacia abajo sonriente. Me mordí el labio como respuesta y sonrió mas aún.
Subí al cuarto detrás de ella y nos dimos las buenas noches, tardó poco en dormirse pero amí me costó un poco mas.
Tal vez había iniciado la guerra entre ella y yo, una guerra en la que no me importaba participar, pues las batallas no estarían nada mal.